Y huele mal. No quiero ser uno de esos ecologistas alarmistas que aseguran que estamos matando al planeta y cosas así. De hecho pienso que el planeta se morirá cuando se tenga que morir sin que nosotros podamos acelerar siquiera un poco el proceso.
Pero está claro que algo le está pasando. Aquello que llamamos naturaleza sufre una metamorfosis radical que el que no la quiera ver es porque se asusta de ello. De unos años a esta parte la climatología se va volviendo cada vez más loca. Un día estamos a quince grados y al siguiente graniza. Los desastres naturales se suceden con mucha más frecuencia que decadas anteriores. Los extremos climatológicos son cada vez más extremos.
Como si Gaia estuviera con el periodo y estos reajustes hormonales fueran el proceso a una naturaleza nueva aún por descubrir. La pregunta del millón será pues: ¿Podremos sobrevivir en la nueva Gaia?
Claro que esto no me preocupa casi. De aquí a que ocurra todos calvos -incluso mis hijos, sí- y si la raza humana no se ha extingido antes será de casualidad.
Pero está claro que algo le está pasando. Aquello que llamamos naturaleza sufre una metamorfosis radical que el que no la quiera ver es porque se asusta de ello. De unos años a esta parte la climatología se va volviendo cada vez más loca. Un día estamos a quince grados y al siguiente graniza. Los desastres naturales se suceden con mucha más frecuencia que decadas anteriores. Los extremos climatológicos son cada vez más extremos.
Como si Gaia estuviera con el periodo y estos reajustes hormonales fueran el proceso a una naturaleza nueva aún por descubrir. La pregunta del millón será pues: ¿Podremos sobrevivir en la nueva Gaia?
Claro que esto no me preocupa casi. De aquí a que ocurra todos calvos -incluso mis hijos, sí- y si la raza humana no se ha extingido antes será de casualidad.
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