lunes, 3 de mayo de 2010

Furia de Titanes (2010)

El ¿Remake? de un clásico.


Hacia tiempo que quería ver esta película y por fin el 23 de Abril pude hacerlo. No fue fácil localizar un cine en donde no la proyectaran en 3D a una hora decente. Y es que para mi creo que ya me pasó la edad de ir a las once de la noche al cine, creo que la última vez fue en el Gran Casa, cuando el parking era gratis. No, ahora me acuerdo, fue después. Y tuve que pagar dos putos euros por el parking; ¿será por eso que ya no voy a la última sesión? Vete a saber, pero seguro que al Gran Casa no vuelvo mientras tenga que pagar el parking.
Como iba diciendo: Al final la pude ver, para bien o para mal. Digo esto porque no sé yo que opinar sobre ella. Quizás estudiandola bien por partes saquemos algo en claro.


Parte uno, el remake:

Directos a la parte más peliaguda del tema, la que tantos ríos de teclado a hecho correr por la web.

Lo primero que salta a la vista es obvio: Actores diferentes, un pegaso negro, una historia cambiada -aunque sólo en parte-. Pero todo esto es típico en los remakes -bueno, lo del pegaso negro, pero haremos la vista gorda por ahora-. La diferencia de los actores es normal; ahora bien, el acierto en ellos ya es otro cantar. Que el caballo alado sea negro en lugar de blanco supongo que corresponde más a cuestiones estéticas que de otra índole -total, para lo que sale lo mismo da-. Pero las diferencias de la historia creo que en este caso son sustanciales.




La historia cambia sobre todo al principio de la película. Ahora el malo de la peli es Ades, hermano de Zeus -excelentemente interpretados todos los dioses-. Nos cuentan con más profundidad y detalle la historia de Perseo cuando en la peli original pasaban de ello -y tampoco se hechaba en falta- supongo que para darnos, o meternos con calzador, una mayor afinidad con el personaje. Al aumentar esta parte del relato se habrán visto obligados a eliminar toda la parte de la original en la que Perseo le corta la mano a hijo cornudo ese -cuyo nombre no me acuerdo-. Una de las mejores partes de la peli original aquí pues se la pulen de un plumazo. El resto basicamente -sólo básicamente- es lo mismo: Perseo va en busca de ayuda para que la princesa no muera en las fauces del Kraken. Es lo mismo, pero no lo es. Porque, con los tiempos que corren y dada la historia anterior que se borran de un plumazo, los monstruos han mejorado, su orden de aparición ha cambiado -e incluso su participación en la historia- pero aún así he de reconocer que esta parte entretiene mucho.
Además nos añaden a los D´jin propios más de leyendas orientales arábicas -o por ahí- que de la mitología griega. Estos venían a ser algo parecido a los genios de las lámparas maravillosas; pero aquí son una especie de magos beduinos con partes de madera en lugar de piel y huesos, sic.
Se ha de agradecer un pequeño guiño al espectador con la fugaz aparición del buho mecánico de la película original.
Sin embargo dada la nula expresividad del actor protagonista -ya lo puse a caer de un burro en Terminator 4- no conseguimos enfatizar con él a lo largo de la película, al contrario que con la original que lo consige casi desde el primer momento.

Y lo que primero salta a la vista son los efectos especiales, magistrales. La comparación de un kraken con otro no tiene parangón. Hasta el caballo que casi se me antojaba perfeccto en la original pierde ante el negro jamelgo este. La medusa -famosa durante años- se olvida con rapidez con la moderna belleza serpenteante. Los escorpiones; sólo con su tamaño ya se dice todo.


Parte dos, película de aventuras nueva -olvidándonos de la original-:

Nos encontramos con una entretenida historia de dioses, semidioses, monstruos y todo lo que ello conlleva en la típica aventura mitológica. Un guión que se hace aburrido en sus primeros minutos pero a partir de la presencia de Ades en la tierra da un giro de 180 grados para entretenernos con acción y bichos -que para eso hemos pagado tú-. La historia a partir de allí multiplica su atractivo a base de adrenalina y CGI presentándonos unos escorpiones gigantes apabullantes -no caben enteros en la pantalla, ¡y mira que es grande!-, una medusa preciosa -congélame te lo pido por favor- en un averno más que interesante (por cierto, me ha encantado Caronte y su barca); un kraken asombroso que hace temblar el mar, la tierra, el asiento y mis intestinos -te cagas, vamos-. Y por último un elegante pegaso cuya presencia es más testimonial que otra cosa.

Posee a partir de ese punto una dirección trepidante; quizás demasiado trepidante en la lucha de los escorpiones porque casi no sabes que estás viendo -no me extraña que en 3D no se vea nada-; con gran gusto al mareo del objetivo y del espectador -sobre todo en la escena final del kraken-.

Lo malo: Los actores. Leches, son tan malos que ves la película sin sentimiento alguno. El protagonista no consigue conectar con el público. De hecho, para mí, los mejores interpretados -y por los que logras sentir algo- son Ades y el capitán de la guardia ese. El resto son tábulas rasas que ni fu ni fa. No me dicen nada ni me lo aportan ni na.

Sinceramente creo que si esta película pasa a la historia será como un arte de efectos especiales y por la historia que tiene detrás de ella -a la original quiero decir-.

No hay comentarios: