domingo, 8 de agosto de 2010

Onderon, asesinos y matones

Justo cuando me iban a llevar a Onderon -el planeta ese con el bloqueo- los mandalorianos aparece una horda de asesinos sith que más que dar problemas dan la lata. Con paciencia y estrategia vamos cargándonoslos. Entonces se une al grupo el jefe de los mandalorianos. Qué digo yo que menudo grupo raro tengo de gente. Por que la mayoría se me quieren cepillar o han sido enemigos mios. Bueno, eso deja la puerta abierta a una posible traición.
Total que aterrizamos en la ciudad de Onderon y de lo primero que nos damos cuenta es que la gente teme una guerra civil y se necesita un permiso para salir. Total, que todo el mundo está desesperado por tener uno y huir de ahí. Menos mal que aparte del mío consigo otro de uno de los cazarrecompensas que me dan tanto mal.
El mandaloriano -ey, que yo no lo uní al grupo. Qué se unió él- me dice que un médico amigo suyo podrá meterme en palacio. Al parecer el jedi se oculta ahí. Sorpresa, el médico está arrestado culpado de asesinato. A base de hablar con la peña y conseguir una pieza de un robot resolvemos el caso -bueno, casi- y liberamos al doctor.
Pero otro problema nos ataca. Resulta que el doctor necesita dos holocrones robados para contactar con sus contactos de palacio. ¿Qué manía de complicar las cosas?

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