lunes, 27 de diciembre de 2010

Marrrdito Corte Ingles

Hubo un tiempo en que se decía que lo que no estaba en el Corte Inglés no estaba en ningún sitio. Que ahí encontrabas de todo.
Pero ese tiempo ya pasó y ya nada es igual.
En estás navidades he tenido la desgracia de acudir varias veces al tajo bretón con la firme intención de gastarme los euros en ciertos productos ya meditados con antelación. Pues nada tú. Después de que te das el puñetero paseo hasta allí resulta que lo que buscas no lo tienen, y no lo han tenido nunca -según ellos-. Tampoco te dan más explicaciones. Ni siquiera te dan la opción de encargarlo.
No se si es que los que me han atendido -pocos- no saben en que trabajan pero se limitan a mirar a otros compañeros y decir "no, ese no lo tenemos". Y tú, con cara de gilipollas, te quedas esperando en alguna continuación de la frase tipo "si lo desea podríamos encargarlo..." hasta que te das cuenta que es un camino sin salida. Fin, no hay que hablar. Así que te vas como te has venido cada vez más decepcionado.
Y ya no sabes si estás decepcionado porque no lo tuvieran o porque parecen pasar de ti. Esa es otra. Resulta que parecerá que hay muchos dependientes pero resulta que no te atiende nadie. Te pegas unos minutos paseando por una sección y no se acerca nadie. De repente alzas la vista en busca del deseado dependiente y... si encuentras uno resulta estar siempre ocupado atendiendo a otro cliente. ¿Y el resto? "Lo siento pero esa no es mi sección, tendrá que esperar a mi compañera." ¿Y no hay ninguna otra compañera en esa sección? Pues debe ser que no. Y si tenemos en cuenta la cantidad de clientes que deambulan como zombies por la sección la cosa puede ser eterna.
Así que vista mi experiencia con ese centro creo que tardaré mucho en volver. En la ciudad que sea. Porque me ha pasado en varias ya. ¿Será marca de la casa?

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