miércoles, 26 de enero de 2011

Noches de perros

La puñetera hija de perra nos está dando las noches, y ¿por qué no decirlo? También los días. Por lo menos estos a mí. Pues llego a casa para comer y me dan las tantas entre comprobación del lugar, sorpresas, limpiezas para luego comer rápido y a currar. Encima luego, la jodida, espera pacientemente a la mujer, que llega al poco de irme yo, como si no hubiera hecho nada. ¡Será perra!
Pues la noche de hoy ha sido eterna. Resulta que a mí me gusta eso del poker gratuito por internet y total que se me hicieron la una -dos horas o más llevaba dormida mi media naranja-. Visto la hora que era no era cuestión de hacer tarde pues hoy hay que madrugar y esas cosas -que ya semos responsables-. Aaa carajo. Pues el chucho se despierta y decide ir junto a mí.
Teniendo en cuenta que no queremos que entre en la habitación ni despierte a los vecinos el hecho de convencerla para que se quedara en su cuna era muy complicado -juguetona-. Después de un cuarto de hora de reloj -no sé si es mucho o no pero pareció eterno- la chica me hizo el amago de obedecer. Yo, aunque desconfiado de su aparente pasividad, me acosté como todo hijo de vecino y ya de paso despertando a mi esposa.
Ayyy, iluso de mí. No tardó nada la perra en venir al dormitorio a dar por culo incordiar. Menos mal que se levantó mi partener y trató ella de meterla en vereda. Agua. Después de descansar durante esos cinco minutos me toca a mí. Que más despejado de lo que podía creer me la llevé a la cocina y dada su reticencia -pronosticando lo que sería una larga noche- aproveché para educarla a seguirme gracias a los chuches para chuchos.
Medio objetivo conseguido. Ya se mete ella solita en el sofá. Ja ja, ¿creías que habías acabado? Naaa. A Audrey le da por estar tonta. Como el borracho que no quieren que cierre el bar se resiste por buenas y malas a abrazar a Morfeo. La toma por la alfombra de la cocina -lo siento hermano pero le veo una vida muy corta-, con el radiador -pobres dientes-, con el cuenco de la comida -¡que está vacío chavala!-, con mi mano. Al final, creo que más por cansancio por su parte, a las 03.00 a.m. parece que se queda quietecita en la cuna. Yo ya me voy a dormir y que sea lo que quiera.
Pues quiere seguir dando guerra. Me toma el relevo mi mujer la cual, ¡con sólo unas pocas órdenes!, consigue que se tumbe y se duerma. Y hasta ahí puedo seguir. Yo caí como un tronco y ni me he enterado de nada hasta las 7 de la mañana.
Nuevo día, nueva odisea. Te afeitas -sí, me afeito de vez en cuando- preguntándote como habrá seguido la noche pero con miedo a preguntar. Desayunas bajo la vigilante mirada de la perra. Haces la cama con la puerta cerrada -no me apetece discutir ya tan temprano-. Y se te enciende la luz para el problema de los ladridos matutinos del chucho -resulta que se queda sólo más de 5 horas ladrando y dando por saco a los vecinos-. Ponerle la radio.
Vuelvo a casa con el corazón en un puño preguntándome por la eficacia del invento. Entro por el portal, silencio. Buena señal. Subo y no estaba sordo; no se oye a la perra ¡bien! Entro en casa y ahí estaba la jodida en la cocina que después de haberme dejado un regalito líquido en la puerta del salón me esperaba pacientemente. Al contrario de ayer (cubo de basura por los suelos -con la basura desperdigada por ahí-, trozos de periódico, cagada en medio del pasillo -no me sale de otra manera, lo siento-, meadas en cocina y pasillo) esta vez la chica ha esperado a llegar yo para ponerse nerviosa y echar el truño en la cocina -al menos se limpia mejor-, y como regalo final otra meadita antes de irme. Es que tiene unos detalles.
Pero saquemos algo positivo. Parece ser que hemos dado con la clave para que no joda por la mañana al vecino. Lo de la noche ya veremos.
Otro logro: Como cría que es siempre quiere estar con nosotros pero después de cerrar la puerta del salón para poder comer con tranquilidad -sólo una sopa- sólo ha dado mal 9 minutos. Después se ha ido a dormitar a la cuna. Al menos sí que le gusta su cuna.

4 comentarios:

Kike dijo...

Bienvenidos al fabuloso mundo de los cachorros.
Moe al principio también daba por saco. Ten en cuenta que es una cria y sólo quiere jugar (con o sin vosotros).
Lo que yo hacía con Moe nada más que me lo dieron (aún no le había puesto ni las vacunas reglamentarias) era sacarlo a la calle y andar mogollón con él.
Cansándolo conseguía que al llegar a casa el animal no tuviera ni gota gana de dar por culo.

Otra cosa más... paciencia, que sólo son unos meses. Luego veréis lo agradecida que será.

lorelai dijo...

Teneis que pensar que es un periodo de adaptación tanto para vosotros como para ella.
Las primeras semanas son muy frustrantes porque ni sabes lo que quiere, ni te obedece, ni te entiende.
Lo de los paseos maratonianos es muy buena idea, cuanto mas se canse mejor.
Son unas semanas complicadas,pero luego merece la pena.
Un abrazo y paciencia....

Álvaro dijo...

Tener en cuenta que es como un niño pequeño pero no necesita tantas atenciones y crecen mas rapido. En poco tiempo si va todo bien ya casi no os dejara regalitos. El truco para que se duerma pronto es lo que ha dicho Kike, cansarla mucho.
Como tambien ha dicho Kike, ya vereis como merece la pena y os lo agradecerá.

Kike dijo...

Creo que lo de los perros es la excusa perfecta para organizar una COSTILLADA en Villamayor, ¿no creeis?

¿A que ya te gusta más, JoP?