miércoles, 13 de junio de 2012

Malditos bastardos (9)


Es bien conocido por el pópulo la manía de los políticos de reinventarse definiciones del lenguaje español. De crear sinónimos donde no los hubiera. De mentir dando la cara aparentando sinceridad. De su ¿sorprendente? capacidad de negar sus propias palabras pese a ponérselas delante. De su maestría de eludir las preguntas importantes afirmando sólo aquello que les interesa.
Claro que todo esto sucede por un simple motivo, la responsabilidad política. Única y exclusiva de dicha fauna que ya se aseguraron en la Constitución de imponerla y reservársela como la única responsabilidad de los políticos. Esto significa que ellos se lo guisan, se lo comen, y luego nos lo vomitan sin repercusión alguna para ellos. Y nosotros a tragar.


No hay comentarios: