miércoles, 29 de agosto de 2012

Fotogramas: Simbad y el Minotauro, Los ojos del dragón



Simbad y el Minotauro


Producto directamente para el mercado del DVD -¿todavía existe este mercado?-, o quizás pensada directamente para TV. Con esto os podéis hacer una idea de que tipo de calidad arrastra la centésima revisión del mito de Simbad. Mala, y eso es quedarme corto.
Un guión pésimo pese a algunos apuntes, o ideas, interesantes. Como esos descendientes del Minotauro que al escuchar su berrido cavernoso se transforman en una suerte de zombies extraños con cuernos diminutos en la frente. O la versión mágica y mitológica del vampiro que sirve a las órdenes del malo de la función.
Una dirección que no consigue hacernos pasar ni un cinco minutos entretenidos y unos actores que... ni la interpretación de Manu Bennet (famoso por su participación en la serie Espartacus), ni la radiante belleza sexy de Holly Brisley (como Tara) consiguen hacernos olvidar el tipo de producto que está en nuestras pantallas.

Es una pena porque con un poco más de acierto (o dinero, igual era ese el problema) con un director mejor y un Minotauro mejor -es que es de risa- podría haber sido más rentable. Por lo menos para nuestras mentes. Todavía recuerdo con añoranza aquellas maravillas que eran las películas de Simbad.

PD: Sólo, pero sólo, para fans incondicionales de Simbad (o del mito del Minotauro).

Mira tú por donde, resulta que no es morena. ¿Será una Tara?

Los ojos del dragón


El director John Hyams intenta emular al señor Tarantino en una historia ¿tarantinesca? de mafiosos y karatecas para la que se une con su ya conocidoVan Damme (de las dos últimas entregas de soldado universal -¡vaya currículum!-) y con el mítico Peter Weller.
El señor "cualquier tiempo pasado fue mejor" Van Damme interpreta a un preso que se dedica -a salto de flashbacks- a entrenar al auténtico protagonista de la función (un oriental que no conozco) en eso de las artes marciales. No sé pero al verlo me da la sensación de ver a Van Damme enseñar a Jackie Chan (cómo si éste lo necesitara). El actor Peter Weller posee el papel más carismático de la función, el de Mister V (o Señor V aká), el jefe de policía corrupto que maneja todo el asunto de las drogas de la ciudad.
¿Ciudad? Pues mira que no lo tengo claro. No sé si la acción transcurre en una ciudad o simplemente en un barrio de la misma o sólo una puñetera plaza, puesto que esto son los únicos exteriores que se ven. Detalles, detalles.
Una historia entretenidilla, a ratos sosa, con una trama inicial interesante aunque resulte un tanto manida. Lástima que lo poco bueno que tiene se diluya entre tonterías y estupideces más dignas de un TBO que de una película de mafiosos seria -bandas de camellos que deciden no usar las armas ¡por favor!-.

Total que ni el guión es para tanto, ni el director está tampoco muy a la altura de superarlo. Eso sí, fotografía y todo lo técnico es de la más alta puntuación.

PD: Ni siquiera para incondicionales del Van Damme porque sale muy poquito.



2 comentarios:

Unknown dijo...

Me gusta esta película por el ritmo, la acción y los trucos de artes marciales que presenta Los Ojos Del Dragón , sin duda es una prueba del talento al pelear del actor Jean Claude Van Damme.

SarlaukaJop dijo...

Cierto es que últimamente Van Damme busca mejores directores pero no encuentro acertado ni el ritmo ni la dirección de esta película.
Aunque para eso están las opiniones y la tuya es tan respetable como la que más.