martes, 9 de septiembre de 2014

Los 3 mosqueteros (1948)

Un saltimbanqui con mosquete.


No es la primera versión del clásico de Dumas pero sin embargo es la que más añoranza inspira en su mención. Sobre todo recordamos la coletilla "la de Gene Kelly"; que a generaciones como la nuestra o más modernas no sabemos ni quién demonios era este señor. Pero sin embargo no por ser tan lejana en el tiempo desmerece en su calidad y mucho menos en su visionado.

No puedo asegurar si la versión es cien por cien fiel al texto en el que se inspira -de hecho intenté leerlo ya en mis tiempos mozos y fue superior a mis fuerzas- pero si podremos ver que se nos ofrece la historia que tanto nos conocemos bajo el cristal de aventura en su vertiente más cercana a la comedia. Quisiera reseñar que nos ofrece la historia completa, continuando más allá de la devolución de las joyas a la Reina. Todo eso en dos horas de película. Toda una gran superproducción para la época, a todo color.

Por un lado tenemos a Gene Kelly haciendo de D'artagnan saltimbanqui cuya actuación nos rememorará incluso a aquel excelente cómico llamado Cantiflas. Con esto seguro que alguien crea un muñeco vudú y se ensaña conmigo pero es que tal y como lo estaba viendo no hacía más que pensar en él. Incluso existe un cierto parecido en la cara que se agrava en alguna toma de perfil. 
Detalles a parte sobre el protagonista éste es bien secundado con el trío de mosqueteros que demuestran vivir la vida loca en el Paris de Richelieu, perfectamente caracterizados. Si la conjunción de estos cuatro elementos no fuera bastante tenemos peleas espada en mano entretenidas y no demasiado exageradas, aderezadas con sus toques cómicos. ¿He dicho ya que era una película cómica de aventuras? ¿O era una aventura cómica? 
A parte de estos actores los frikis como yo disfrutarán de ver a la señora Ángela Lansbury como la reina de Francia -¿quién la veía guapa entonces? No lo entiendo-, que bien la podemos recordar como la protagonista de la famosa serie de TV «Se ha escrito un crimen». También está el señor Vicent Price como un excelente cardenal Richelieu -un papel que repetiría años más tarde Charlon Heston con una gran "inspiración" sobre la caracterización que nos ocupa-.

Como nota discordante a tan buenas impresiones que me ha dado haría constar los saltos en la historia que se nos narra. A todas luces producto quizá de intentar adaptar tan larga narración en la pantalla, en una sola película.



En resumen: buena película de aventuras que aún hoy en día no desmerece para nada frente a otras modernidades que se otorgan más pompa y boato.

Lo mejor: ese aire festivo que se respira y el encontrarte con aquellos actores que son leyenda, cuando no lo eran.

Lo peor: que es una película vieja y cuesta decidirse a darle al play en el reproductor.

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