domingo, 19 de octubre de 2014

La muerte de Lobezno

Lobezno ha muerto. Sí fanáticos marvelitas, Lobezno ha muerto. No se trata de una última noticia de la revista sensacionalista de la farándula del famoseo sobre el chascarrillo irrelevante de algún actor de moda. Se trata del acontecimiento más relevante del mundo mutante del universo Marvel. 
Lobezno ha muerto. Y con él el prototipo de antiheroe más famoso (con permiso de El Castigador) del universo Marvel. Con él se ha eliminado esa mala leche mutante que sabías que podía salpicar en cualquier número mutativo. Su desaparición elimina esa dualidad de honor-bestialismo que su atmosfera proyectaba en su colección. Un personaje que tanto era el mejor componente de los hombres X como una simple parodia de si mismo cuando no sabían que hacer con él. Logan ha pasado por todo y después a vuelto a por más. Incluso se autoasignó como director de una escuela mutante ¡manda huevos! porque no estaba de acuerdo con los ¿radicales? métodos que estaba usando Scott Sumers. ¿Él no estaba de acuerdo cuando su mejor política ha sido siempre raja primero y pregunta después?
Pero todo eso ahora ha quedado atrás. Lobezno ha muerto.
Y ha muerto casi como empezó, bañado en adamantium. Para aquellos que solo sepáis de este mutante por sus apariciones en el celuloide, deberíais saber que Lobezno perdió su factor de curación mutante en Agosto del 2013 (Wolwerine v.5, n.º 6 USA). Desde entonces se temía lo peor. Y lo peor ocurrió. Lobezno ha muerto.
Logan ya no era aquel animal sádico perfecta-maquina-de-matar que se arrojaba sobre una granada para después de la explosión salir tras su enemigo con las garras de metal brillando sobre sus propios intestinos recomponiéndose. Era simplemente un luchador más, bueno, casi perfecto, mortal. De hecho su famoso adamantium ya de por sí le estaba envenenando (Wolwerine v.5, n.º7 USA) y más pronto o más tarde debía morir. Pero él no podía morir postrado en un cómodo lecho cual paciente más de hospital. No, él es Lobezno. Y si bien todos temíamos que su imagen no soportaría su nueva condición él luchó. Y luchó hasta el fin. Algo que a Marvel se le da muy bien explotar en formato viñetas.
Para ello ha publicado una miniserie de cuatro números con el original título de "La muerte de Lobezno" dibujada por el gran artista Steve McNiven -al que recordaremos sobre todo por la serie El Viejo Logán (¿que ahora se quedará como un what if?) en Wolwerine v.3, n.º 66 al 72 y Gigant Size Wolwerine Old Logan- y guionizada por Charles Soule; del que ahora poco puedo decir de él.
Con una serie con un título tan explícito ya sabemos que vamos a encontrar hemoglobina a raudales y litros de violencia -¿o era al revés?- y un final "feliz". Ahora solo falta ver como nos lo envuelven y presentan. El dibujo es más que aceptable. El estilo realista y detallista del señor McNiven no es que sea de mi devoción pero debo admitir que suple con creces su cometido. Y luego está el guión. Ya sabemos que un buen dibujo puede enmascarar un mal guión y por eso esta miniserie hay que leerla varias veces para darse cuenta que el único tomo bueno es el último. 
A lo largo de los tres primeros nos presentan una trama más o menos previsible, muy previsible, en la que el único aliciente es saber quien está detrás de todo ello. Mediante esos tres números nos pasean por diferentes puntos cardinales más o menos conocidos por los habituales de las aventuras del mutante, y otros sitios nuevos, con las típicas disputas con sus ya conocidos antagonistas. Todo muy normal y del montón. Pero el cuarto número es el bueno, el mejor, por el que merece la pena tragarte la paja de los tres anteriores. 

OJO SPOILER.

Avisados estáis de que os reviento ahora el final. Pues el malo maloso que dirige la función no es otro que el doctor Cornelius. ¿Quién? El doctor Cornelius coño. El que le inyectó el adamantium en la genial-excepcional-maravillosa-obra de arte miniserie Arma-X. Así pues el círculo se cierra volviendo a otras instalaciones militares que recuerdan a las de Arma-X, volviendo a tener al famoso metal por medio y al señor Cornelius dándose la sorpresa de su vida al ver que Lobezno no tiene ya su factor de curación mutante.

En resumen una serie que no es lo que pudo llegar a ser pero sin embargo se deja leer con interés. Sin embargo no sabemos cuantos meses durará la supuesta definitiva muerte de Lobezno. Las apuestas ya circulan por Internet y algunos -los más osados- indican que durará lo que duren los derechos cinematográficos en la 20th Century Fox. Yo voto por un máximo de 12 meses ¿Y vosotros?

A continuación os dejo una galería de las portadas oficiales y alternativas publicadas en esta miniserie que, algunas por curiosas y otras por curiosidad, bien merece echarles un vistazo.










2 comentarios:

Gamma dijo...

bueno... han podido matarlo, pero existen suficientes poderes en el universo marvel como para revivirlo.....

desde que el virus que le quitó la mutación muere con su cuerpo y el se regenera desde cero....

alguien con una gota de sangre de antes....

anda que no son peliculeros......

SarlaukaJop dijo...

Yo apuesto por un truco de magia. Algo que parece estar de moda.