domingo, 26 de marzo de 2017

Spotlight

Porque no todo el cine trata de superhéroes, monstruos o romances ensombrados.


En sus tiempos el cine periodístico llegó a crear una escuela, una categoría ganada por méritos propios. Cine en el que se nos mostraba uno o más periodistas investigando el caso de corrupción de turno, el asesinato sin resolver o la excusa de turno para mostrarnos al típico actor famoso de turno exhibir sus mejores registros con una película de corte serio y respetable. Y si no era un buen actor eran varios buenos actores quien se zambullían en la historia y mostraban que no estaban allí por su cara bonita. En este tipo de película ha habido sus películas acertadas y sus desaciertos pero nunca han dejado indiferente a nadie. Y mucho menos a la crítica.

Lo que se nos muestra aquí es el típico metraje en el que un grupo de periodistas más o menos de renombre empiezan con una pequeña veta y terminan explotando el filón mostrándonos así una noticia escándalo. Sirviendo al mismo tiempo como denuncia de la corrupción arraigada en lo más profundo de las benditas instituciones nuestras -bueno, de ellos, pero para el caso...-. No por ser típico deja de ser bueno. De hecho es excelente. Muy bien dirigido. Muy bien interpretado. Lo mejor de la película no es solo los actores que actuan en ella sino lo bien que lo hacen. Mark Ruffalo,  Michael Keaton,  Rachel McAdams, John Slattery, Stanley Tucci,  Brian d'Arcy James,  Gene Amoroso,  Billy Crudup,  Elena Wohl, Doug Murray,  Sharon McFarlane,  Jamey Sheridan,  Neal Huff,  Robert B. Kennedy, Duane Murray,  Brian Chamberlain,  Michael Cyril Creighton,  Paul Guilfoyle, Michael Countryman. Especial mención haré de Liev Schreiber el cual nunca me ha parecido digno de mención y sin embargo aquí me quito el sombrero.



El guión es consistente, duro y medido. Que bien podría caer en el sentimentalismo estúpido deseando tocar demasiado la carga emocional que el escándalo conlleva pero se autolimita de forma asombrosa mostrando solo puntadas de la dicha carga en una comunidad tan religiosa como la bostoniana. Si bien la historia se asenta sobre los tres pilares periodísticos que son Mark Ruffalo (Hulk), Michael Keaton (Batman) y Rachel McAdams (la novia de Dtor. Extraño) -perdonad el toque friki pero hay una escena que casi vi a Hulk amenazando a Batman- los secundarios no pierden comba y casi rivalizan en protagonismo con los tres mencionados. La dirección nos permite avanzar poco a poco, conociendo también a medida que avanza los problemas que lo que van descubriendo les causa a cada uno de ellos. Como los cimientos de su educación se caen sobre ellos mientras tiene que ocultar el secreto por el bien que harán al mostrarlo al mundo. Sin caer en excesos lo muestra todo de forma fría, sin maniqueísmos ni efectivismos mas de forma dinámica y sin estancamientos que ralentizarían la película.

En resumen: si de verdad te gusta el cine tienes que verla.

Lo mejor: todo. De principio a fin. Y que ganara el oscar a la mejor película del 2016.
Lo peor: que la historia sea real, y que realmente ni siquiera nos sorprendió en su día.

Como siempre os dejo un trailer de la película.



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