martes, 18 de julio de 2017

Life

¡Está vivo!

Mira, es Deadpool.
Hace pocos meses que estrenaron esta película y ya está en el videoclub. Esto puede significar dos cosas, o que era muy mala y pronto quieren recuperar lo invertido o que no era muy buena y prefieren mantener fresco el recuerdo de su marketing para rentabilizar su venta. De todas formas cuando algo así sucede ya te mosquea. Os haré un resumen para poneros en situación: una estación espacial -sí, la internacional ¿cual si no?- recoge muestras de Marte y entre esas muestras encuentran una célula que consiguen revivir de su letargo y así se cuelgan una medalla de haber encontrado vida en el planeta rojo. Por supuesto que la cosa se complica. La célula se multiplica y el organismo extraterrestre crece sospechosamente rápido y el cientifico tonto se encariña con él y el científico graciosete se emociona como siempre y el jefe de la expedición se lo toma muy en serio y el arquetipo de turno hace lo que nos tiene acostumbrados. Y así mientras van cayendo como moscas por algún acto o situación estúpida o medianamente justificada.

Dicho esto quizás os pueda parecer una mala película. No. Bueno sí. Muy buena no es. Pero tampoco es para crucificarla. Solo que la historia en realidad no aporta nada nuevo al resumen de arriba. ¿Verdad que os suena haber visto algo así alguna otra vez? La dirección no falla. Cumple. Que es más de lo que se puede decir de otras. Me alegra comprobar que Daniel Espinosa deja de dar rodeos para centrarse en lo que estamos viendo. Una película de terror espacial. Puede que haya aprendido de su anterior trabajo «El Niño 44»; en donde también se rodeaba de actores de renombre para alargar el metraje sin sentido.
Viendo la sorpresa final estoy casi seguro de acertar al indicar que los desaciertos del guión deben de tener poco que ver con el director. Sin embargo los hay. Sobre todo a partir de los primeros sesenta minutos. No es que sean de tal envergadura para dejar de verla pero sí son, en cierta manera, chocantes. «Les saldrá mal, todos los planes le salen mal por una u otra razón. Este también.» Dijo alguien en mi salón. Es que llevado un tiempo ya ves que todos sus planes de superviviencia están abocados al fracaso más vergonzoso.

Una célula es, por definición, biológica. ¡¡¡Siempre!!!


Por otro lado, si ignoramos este guión tramposo veremos una película entretenida con un buen reparto que bien nos podrá hacer disfrutar de su hora cuarenta de duración. Yo personalmente, pese a sus fallos, sí la disfruté. Aunque no pasará a los anales del cine de terror salvo, quizás, como pie de página.

En resumen: ver sin complejos y, tal vez, olvidar.

Lo mejor: la puesta en escena y Kevin.
Lo peor: mucho científico sabiondo y nada les sale bien.








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