sábado, 5 de mayo de 2018

Batman Ninja

De la ciudad sin luz al país del sol naciente.


Algunos os preguntaréis qué hace este hablando de una película de dibujos animados de Batman cuando todavía suenan los vítores por la última de Los Vengadores. Cierto. En algún momento pondré mi reseña de esa aclamada película pero hoy toca esta. ¿Por qué? Pues porque me ha sorprendido. Y para bien.
Nos encontramos con una película atípica de Batman. No solo por la historia en sí -con viajes temporales incluidos para "justificar" el título y el experimento- si no por la calidad de la animación. Nos encontramos con un experimento audiovisual de los caros que tiene como respaldo que de Batman se vende todo así que fracaso, lo que se dice fracaso económico, no lo será. Desconozco los números, la verdad, pero sí puedo asegurar que es una de las mejores en cuanto a calidad de la animación que he podido ver del caballero de Gotham City. Una animación trepidante, de los mejores momentos del anime japones, que no tiene reparos en mezclar estilos para hacer un conjunto sólido. Con un diseño de producción excelente en donde otro de los atractivos es ver a la familia batmaniaca y sus villanos con un diseño JapoSteampunk sino excelente más o menos curioso -¡miau con Catwoman!-.





Pero no todo es genial. Pese a lo atractivo del argumento posee unos diez minutos que a mí se me antojan ridículos a lo largo de la batalla final -larga, muy larga-. Simplemente no entiendo que hacen unos mechas (A.K.A. robots gigantes/mazingers) en el japón feudal por mucho Steampunk que sea. Algo me dice que han intentando aunar casi toda la fantasía típica manga con el mundo del murciélago y de ahí el patinazo. Esto, por supuesto, es una valoración personal. Habrá gente a la que le guste y esté encantada. No es mi caso, lo siento.



En resumen: para disfrutar si eres amante de la buena y extraña animación o simplemente fan del Caballero Oscuro.

Lo mejor: el estilo y animación.
Lo peor: ¿transformers en Japón feudal? Chirriante.



No hay comentarios: